“... Por tres días Cortés se debatió entre la vida y la muerte ...
... Habló en latín y en lenguas extrañas. Habló en gritos y susurros. Les dijo que había un sol que al explotar iba a derramar sangre por doquier; que los seres humanos iban a volar por los aires sin tener tierra firme donde reposar, que habría lágrimas y un insoportable olor a muerte invadiría todo su cuerpo; ..., se lamentó de la crucifixión de Cristo, se encomendó a la Virgen de Guadalupe, vociferó maldiciones y afirmó que había sido una serpiente, una gran serpiente, la que lo había mordido, una serpiente que se elevaba por los aires y que volaba frente a sus ojos, y así deliró, hasta que se quedó completamente dormido. Algunos lo dieron por muerto, y estaba tan en paz que pensaron en enterrarlo a la mañana siguiente pero cuando llegaron al lugar para darle un santo entierro descubrieron que Cortés había abierto los ojos y se recuperaba milagrosamente. Observaron en él una transformación y se dieron cuenta de que su semblante proyectaba una nueva fuerza, un nuevo poder. Todos lo felicitaron y le dijeron que había nacido de nuevo.” (19)
“Malinche”: Laura Esquivel
... Habló en latín y en lenguas extrañas. Habló en gritos y susurros. Les dijo que había un sol que al explotar iba a derramar sangre por doquier; que los seres humanos iban a volar por los aires sin tener tierra firme donde reposar, que habría lágrimas y un insoportable olor a muerte invadiría todo su cuerpo; ..., se lamentó de la crucifixión de Cristo, se encomendó a la Virgen de Guadalupe, vociferó maldiciones y afirmó que había sido una serpiente, una gran serpiente, la que lo había mordido, una serpiente que se elevaba por los aires y que volaba frente a sus ojos, y así deliró, hasta que se quedó completamente dormido. Algunos lo dieron por muerto, y estaba tan en paz que pensaron en enterrarlo a la mañana siguiente pero cuando llegaron al lugar para darle un santo entierro descubrieron que Cortés había abierto los ojos y se recuperaba milagrosamente. Observaron en él una transformación y se dieron cuenta de que su semblante proyectaba una nueva fuerza, un nuevo poder. Todos lo felicitaron y le dijeron que había nacido de nuevo.” (19)