“Además de hacer frente a los múltiples problemas materiales, Don Miguel Hidalgo no perdía nunca de vista el propósito de hacer de la contienda (la guerra de independencia de México) una Guerra Sagrada, pidió por tanto al Consejo Secreto que se reuniesen de nuevo y que formulase una orientadora opinión sobre el siguiente paso que debía darse con miras a la consecución de dicho objetivo. El consejo se reunió y deliberó llegando a la conclusión de que siendo el cura de Dolores el máximo dirigente del movimiento que buscaba recuperar libertad e identidad para la nación mexicana, debía proceder a "recoger su sombra estando aun en vida".
Al enterarse de la resolución del Consejo, Hidalgo manifestó su extrañeza, pues si bien conocía la tradición indígena -de origen prehispánico- denominada "recogimiento de sombra" y que consiste en una ceremonia que se efectúa a los nueve días de fallecida una persona, con el propósito de que su espíritu rompa los apegos que lo ligaban a su anterior existencia y pueda así pasar a ocupar el lugar que Dios le tenga señalado, desconocía que un ritual de esta naturaleza se efectuase con personas que aun estaban vivas. Los Guardianes le respondieron que dicha ceremonia se llevaba a cabo con personas vivas en casos muy excepcionales, cuando para poder realizar una elevada misión se requería que dichas personas rompiesen sus lazos con el pasado y adquiriesen una nueva y superior consciencia”. (60)
“La Guerra Sagrada”; Antonio Velasco Piña
Al enterarse de la resolución del Consejo, Hidalgo manifestó su extrañeza, pues si bien conocía la tradición indígena -de origen prehispánico- denominada "recogimiento de sombra" y que consiste en una ceremonia que se efectúa a los nueve días de fallecida una persona, con el propósito de que su espíritu rompa los apegos que lo ligaban a su anterior existencia y pueda así pasar a ocupar el lugar que Dios le tenga señalado, desconocía que un ritual de esta naturaleza se efectuase con personas que aun estaban vivas. Los Guardianes le respondieron que dicha ceremonia se llevaba a cabo con personas vivas en casos muy excepcionales, cuando para poder realizar una elevada misión se requería que dichas personas rompiesen sus lazos con el pasado y adquiriesen una nueva y superior consciencia”. (60)
